Todo el tiempo escucho personas que dicen que quieren tener su propio negocio y ser emprendedores. La idea de tener su propio negocio los atrae de manera increíble. De hecho, es muy posible que si estás leyendo esto es porque tu también quieres hacerlo.
Así que, si estás pensando en dejar ese apestoso trabajo, hacerle un chao jefe a ese desgraciado negrero, independizarte, aparecer en las portadas de las revistas y vivir la gran vida de lujos y libertad que el emprendimiento trae consigo, te recomiendo que sigas leyendo.
Seguro ya leiste las historias de Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg o incluso de algunos chilenos que la han roto con sus negocios, pero esas historias se escriben porque son poco comunes (ojo, no imposibles), las historias comunes no se escriben, las que suceden a diario no llegan a ser libros ni películas. Al menos yo no conozco muchos libros de personas que cuenten su historia de como llegaron a tener un Dicom enorme o como embargaron sus bienes porque les fue mal en el negocio que estaban haciendo.
Así que si tu motivación fue un biografía de alguien exitoso debes pensarlo bien antes de seguir sus pasos.
Dentro de todos los argumentos que los empleados hacen para justificar su deseo de ser emprendedores hay cuatro que se repiten constantemente. Déjame ponerles un poco de realidad para que estés preparado.
1. Quiero ser mi propio jefe
Déjame decirte que a la larga y, a la corta también, todos tenemos un jefe, siempre va a haber un hueon que controle tu trabajo. La única diferencia es que cuando emprendes, el nombre que le das a tu jefe es distinto.
Los jefes de los emprendedores se llaman clientes, y si bien la mayoría son bastante agradables, algunos se transforman en un dolor en el trasero y son bastante desgraciados, incluso mucho más que tu jefe actual. El problema con este «jefe» es que cambia constantemente. A diferencia de tu jefe actual, que siempre es el mismo y actúa más o menos igual en todas las ocasiones, los clientes son distintos a diario. Cada día es un desafío nuevo de entender a este «jefe» y darle en el gusto.
Además, tu cliente siempre espera un servicio excelente y de primera, no toma en consideración tus problemas o tu estado de salud, le tienes que dar en el gusto sea como sea. Este cliente no entiende de licencias, problemas familiares o todas esas «mentiras» que le metes a tu actual jefe para no trabajar o trabajar a media máquina.
Así que si estás pensando que emprendiendo vas a librarte de tu desagradable jefe, espera a que conozcas a ese cliente maricón que te hará salir canas verdes.
2. Quiero ser libre de manejar mi tiempo
Si, es verdad que puedes manejar tu tiempo como quieras. Mientra no sea dentro de las 12 o 16 horas al día que estarás trabajando.
Cuando tienes tu propio negocio tu sueldo depende única y exclusivamente de ti. Ya no habrá un cheque a fin de mes para parar la olla. Así que, te encontrarás trabajando un montón de «horas extra» buscando la forma de conseguir más clientes o más ingresos para tu negocio, de lo contrario, al final de mes tu cheque saldrá de tu propia tarjeta de crédito y, créeme, eso no durará mucho tiempo.
Es cierto que tendrás cierta flexibilidad, pero te puedo asegurar que vas a usar cada momento libre para buscar manuales de cómo hacer publicidad efectiva, cómo llevar el control financiero, como llenar el puto formulario 29 y una serie de otras tareas que serán necesarias para llevar tu emprendimiento a buen puerto.
Y, al menos por unos años, olvídate de las vacaciones. Recuerda que mientras no estas trabajando no estás generando.
3. Soy muy bueno en lo que hago y podría hacerlo para ganar dinero para mi y no para otro
Hacer un producto increíble es un gran tema a la hora de emprender, pero no desestimes la capacidad de tu organización de generar valor al producto que tu creas. La capacidad de entender al cliente y colocar en el mercado (vender) el producto que haces es tan importante como el producto en si, un excelente producto que no se vende es más malo que un producto mediocre que se vende a destajo.
También tienes que entender que los recursos que la organización para la que trabajas tiene, tanto físicos como intelectuales, agregan un gran valor a tu producto y, esos no son fáciles ni baratos de conseguir. Una buena oficina, un buen computador, un buen contador, la conexión a internet, pueden hacer la diferencia entre el éxito y fracaso de un negocio.
Finalmente, la experiencia es un valor que toma tiempo ganar. Tendrás que equivocarte muchas veces antes de que logres hacerlo 100% bien, vas a perder clientes y otros los ganará tu competencia simplemente porque no supiste como ganarlos. Con el tiempo lo lograrás, pero no sin unos cuantos dolores de cabeza y tal vez, mucho dinero desperdiciado.
4. Con la tecnología actual es fácil hacer un negocio y ganar dinero
Oh, si tan sólo se tratara de tecnología! Es cierto que la tecnología te ayudará muchísimo, suponiendo que sabes usarla, encontrarla y acceder a ella. La tecnología ayuda a quien es capaz de aprovecharla para apalancar otros recursos y habilidades que no son tan fáciles de encontrar.
Sin embargo, hay cosas que la tecnología no puede hacer por ti: Crear un modelo de negocios rentable, reclutar a las personas adecuadas para tu negocio, entender a tus clientes y darles lo que quieren, definir tu plan de marketing y ejecutarlo, controlar tu presupuesto, levantar capital o, incluso llenar el formulario de Corfo para ganar un proyecto.
Más importante aún, la tecnología actual está al alcance de cualquiera, el costo es bajo y es fácil de adquirir, así que, si creías que ibas a tener una ventaja competitiva, olvídalo! En poco tiempo tu competencia tendrá una tecnología igual o superior a la tuya y si no tienes otras armas con que combatir te pondrán fuera de mercado con facilidad
Reflexion final
He sido un promotor del emprendimiento durante años, incluso antes de que se pusiera de moda (aunque no lo creas al leer este post). Pero he visto a muchos fallar por haber creído premisas falsas, entre ellos yo, y vaya que he fallado varias veces por creer huevadas.
Si quieres emprender, dale, pégate el salto, yo seré el primero en apoyarte, pero ten claro que la cosa no es como la pintan o como tu crees que será, no importa lo capo que seas ni la cantidad de dinero que tengas, tener un negocio es diametralmente distinto a trabajar empleado.
Vas a necesitar bastante cuero de chancho, y más que cualquier cosa, tolerancia a la frustración y, frustraciones tendrás muchas. Así que, si no tienes cuero de chancho y estás dispuesto a frustrarte más o menos seguido. Si el mundo se acaba si no tienes dinero durante un mes, si no quieres tolerar más hueones diciéndote que hacer a diario, si no quieres dedicar tu vida entera a buscar formas de hacer crecer tu negocio…
… por favor! no dejes tu trabajo para ser emprendedor.
Pero ya! Nada de lo que te diga te va a detener, vas a tomar la píldora roja y dejarás la realidad que siempre has conocido para entrar en un mundo distinto, lleno de nuevos desafíos y recompensas. Sólo quiero que antes de que lo hagas lo tengas claro.
Nos vemos en este lado y si puedo ayudar en algo sólo tienes que pedirlo. No soy Morpheo, me falta mucho para eso pero, como decía un gran amigo, una mano lava la otra y las dos lavan las bolas… (perdón señoritas)
Si no entendiste lo de la píldora roja o lo de Morpheo te recomiendo que veas este breve video… si aún así no cachas nada ve la película entera.
3 comentarios en “Por favor! No dejes tu trabajo para ser emprendedor”
Hola Ron…estuve en un taller contigo este día jueves 17 de noviembre…mi nombre es Miriam y quisiera hacerte algunas preguntas…es factible que me compartas tu correo para ponerme en contacto contigo???
de ante mano…muchas gracias
quedo atenta a tus comentarios
Hola Miriam, ya estuvimos en contacto por email. espero que te haya servido. Saludos
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